Can Fussimany

Can Fussimany, Deià

CAN FUSSIMANY: UNA JOYA HISTÓRICA EN DEIÀ, MALLORCA

Conocida como Can Forcimany y antes como l’Heretat, Can Fussimany es una posesión mallorquina de gran relevancia histórica. Está ubicada en las cercanías del encantador núcleo de Deià, en Mallorca. En Can Fussimany se emplearon técnicas tradicionales mallorquinas durante su construcción.

UNA HERENCIA CENTENARIA

En 1611, el genovés Cesare Faccio cedió la propiedad a Joan A. Forcimany, quien le otorgó su nombre. Bajo su dirección, se llevaron a cabo significativas reformas que se extendieron hasta 1618, como indica el escudo de los Forcimanya -una torre y un león rampante- sobre el portal exterior. Para 1659, su valor ascendía a 10.000 libras. En el siglo XVIII, pasó a manos de los Visconti, originarios de Milán.

EL LEGADO DE GENERACIONES

En el siglo XIX, Guillem Cardell, señor de Son Rutlan, adquirió la propiedad, y sus descendientes continúan habitándola. Entre ellos, destaca el pintor Joan Miralles Lladó, viudo de n’Àngela Cardell.

UNA RESTAURACIÓN RESPETUOSA

La rehabilitación de Can Fussimany ha sido llevada a cabo con técnicas tradicionales mallorquinas, preservando así su autenticidad y encanto histórico. Cada rincón atestigua el esmero y respeto por esta rica herencia. A lo largo de los años, las reformas han logrado armonizar la historia con la funcionalidad moderna, creando un espacio que celebra el legado de Mallorca y su patrimonio arquitectónico. El escudo de los Forcimanya, con su torre y león rampante, se erige como un emblema que conecta el pasado y presente de este lugar excepcional.

UN TESTIMONIO VIVO DE MALLORCA

En la actualidad, Can Fussimany se alza como un testimonio vivo de la riqueza histórica y cultural de Mallorca. Representa un espacio donde las generaciones futuras podrán apreciar y experimentar la autenticidad de la isla a través de esta maravillosa propiedad.

Finalmente, comentar que otro proyecto como Can Fussimany en el que durante su rehabilitación se apostó por la utilización de técnicas tradicionales de construcción es el Hotel Meem Townhouse en Sóller. En este caso es una casa en el centro del pueblo de Sóller del siglo XIX.