Pasión por el patrimonio molinero

Lluís Bort

Pasión por el patrimonio molinero pretende promover una simbiosis entre la administración y el propietario. De este modo, mediante un proyecto de rehabilitación se podrían solicitar ayudas económicas europeas que puedan ayudar a sufragar gran parte de la financiación que necesitan este tipo de proyectos. Ya que normalmente el propietario es incapaz de asumir. De este modo, la administración podrá conservar su valioso patrimonio, mientras que el propietario podrá seguir viviendo en él como años atrás.

Este trabajo es una continuación de Visión de un foraster, en el que ya se ponía en valor la gran riqueza patrimonial de estos molinos. Éste quería ser una llamada de atención a la población para recuperar el patrimonio molinero abandonado en la isla.

Historia

En el año 1845 los propietarios del Pla de Sant Jordi le encargaron al ingeniero holandés Paul Bouvij la desecación de esta zona, que en ese momento albergaba tres estanques pantanosos. Éstos recogían toda el agua procedente de la Sierra de Tramuntana y eran conocidos como “S’Estanc Blanc”, “el Botxar” y “la Bassa d’en Vidrer”. Debido a ellos, esta zona era un foco de paludismo y otras infecciones y por eso decidieron proceder a su desecación mediante estos molinos y un sistema de canalizaciones.

Esta intervención produjo un impacto muy importante para la isla. Por una parte, erradicaron las enfermedades, por otra cambiaron el paisaje de la zona y, por último, pudieron aprovechar estas grandes extensiones para la explotación agrícola hasta día de hoy.

Técnica fotográfica

En el trabajo hay molinos que se encuentran en los originales campos de cultivo, mientras que hay otros que han sido absorbidos por las infraestructuras, o incluso por polígonos industriales. Entonces para conseguir darle una uniformidad al trabajo, la elección de los días de las tomas fotográficas fue muy importante. Así que, haciendo un guiño al funcionamiento del molino de viento, se decidió fotografiar los molinos durante los días de mucho viento, ya que esto comporta que el cielo esté lleno de nubes en continuo movimiento, las cuales ayudan en la composición de cada fotografía. De este modo, el trabajo busca generar un juego de contrastes entre los robustos y sucios molinos de piedra de marés y las esponjosas y brillantes nubes que destacan sobre el cielo azulado.

Retomando el punto de partida, este proyecto busca seguir enfatizando la relevancia del patrimonio en todas nuestras regiones. Por ello, se dedica a esforzarse en preservarlo y revitalizarlo en lugar de permitir que caiga en el olvido, otorgándole una nueva vida.

El patrimonio es nuestro origen, nuestra seña de identidad. Su olvido, nuestra desaparición.

Molino 01 - Pasión por el patrimonio molinero